Una tarde, el pequeño Jack, jugaba sobre las tablas arrugadas del muelle. De pronto, vio bajar de un barco a una persona muy extraña. Extraña porque vestía un traje negro y no parecía tener sexo definido. Ni siquiera al pasar a su lado pudo distinguir su género. El extraño ser se detuvo y giró sobre sus pies. Miró a Jack y le entregó una carta lacrada. Luego de una pausa dijo: algún día alguien vendrá a reclamarte esta carta. No la abras, pero guárdala. Y ni bien terminó de decir esto desapareció entre la bruma.

Comentarios

lala granada dijo…
que divertido! es como jack london + la isla del tesoro
sigue?
The champions dijo…
Claro que sigue! por ejemplo, hoy.

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