.1872

Fue así que Jack creció entre los marinos y los navíos. Todas las mañanas se subía al techo de la posada de Anselmo para ver llegar las embarcaciones. En su libreta anotaba de qué punto cardinal provenían, cuál era el color de su bandera, cuántos marineros bajaban, cuánta mercadería dejaban, todo, todo lo anotaba y los escribía. Además, tenía un genuino interés por las estrellas; en ellas veía todo tipo de dibujos y de constelaciones que sólo él conocía. Se quedaba las tardes mirando cómo el sol de verano se iba colando por detrás de la espuma hasta transformar el mar en un tapiz de escamas.

Comentarios

veredas rotas dijo…
che champion,muy linda la historia, que lindos los dibujos! ¿de dónde los sacás?
no sé como ponerme amiga de tu blog en el mío, la tecnología me devora!

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